Para muchos viajeros, Bucarest sigue siendo la típica ciudad gris de la era comunista, en la que el dictador Nicolae Ceaușescu fue brutalmente ejecutado en diciembre de 1989. Sin embargo, a principios del siglo pasado, la capital de Rumanía era considerada una especie de París del Este. Hoy la ciudad ha conseguido recuperar parte de su encanto y se configura como una de las capitales más interesantes de la Europa Oriental. Estos son algunos de los lugares imprescindibles de Bucarest que no puedes perderte.

1. Palacio del Parlamento Rumano

Bautizado por Ceaușescu con el nombre de “Casa del Pueblo”, es uno de los edificios más imponentes de Bucarest. Sus dimensiones descomunales reflejan la megalomanía del dictador, que quería ofrecer al Partido Comunista de Rumania una sede digna de ser recordada en la posteridad. Sin embargo, Ceaușescu murió antes de que la obra finalizara, en 1997. Más de 20.000 personas trabajaron en su construcción, que arrancó en 1985. Dicen que es el edificio más grande de Europa y el segundo del mundo, sólo por detrás del Pentágono. Es uno de los imprescindibles de Bucarest que vale la pena visitar.

Palacio del Parlamento Rumano (iStock)

2. Plaza de la Revolución

Se llama Piata Revolutiei en rumano y conserva un importante simbolismo. Aquí en diciembre de 1989 el dictador Ceaușescu dio un discurso desde el balcón de la sede del Partido Comunista, antes de huir junto a su esposa en helicóptero desde la azotea del edificio. Pocas horas después, fueron capturados y asesinados. la Plaza de la Revolución es otro de los sitios imprescindibles de Bucarest que debes conocer sí o sí para recordar uno de los capítulos más emocionantes de la historia de Rumania. En realidad, no merece ser visitada por su atractivo y sí por su significado. Hoy en el centro de la plaza se alza un obelisco de 25 metros que lleva el apodo de “patata”. Fue erigido para recordar a las víctimas que perdieron la vida durante la revolución.

Plaza de la Revolución (iStock)

3. Curtea Veche

Es el casco antiguo de la ciudad, repleto de calles peatonales, iglesias, bares y restaurantes. Se halla entre el río Dambovita y la zona universitaria, y es uno de los lugares imprescindibles de Bucarest. Muchas calles llevan el nombre del gremio que trabajaba en este barrio. La calle Gabroveni está dedicada a los cuchilleros, mientras que Sepcari recuerda a los sombrereros y Lipscani a los comerciantes de Leipzig. Hoy en esta calle hay muchas tiendas y restaurantes que agradan a los turistas.

El casco antiguo (iStock)

4. Catedral Patriarcal

Situada en una colina situada al sur del río Dâmbovita y muy cerca del Palacio del Parlamento, es otro de los monumentos imprescindibles de Bucarest que no puedes perderte. Esta iglesia ortodoxa fue construida por el príncipe Constantin Şerban Cârnul entre 1656 y 1658. Alberga las tumbas de varios patriarcas notables, como Miron Cristea y Nicodim Munteanu. Vale la pena fijarse la serie de frescos que adornan sus paredes.

Catedral Patriarcal (iStock)

4. Ateneo Rumano

Es sin duda uno de los lugares imprescindibles de Bucarest, sobre todo si eres un amante de la música clásica. Fue inaugurado en 1888 y hoy es la sede de la Filarmónica George Enescu. De estilo neoclásico, presenta unas imponentes columnas en la parte central de su fachada. En su interior fíjate en su techo abovedado y en el fresco circular de Costin Petrescu, que reconstruye los momentos más importantes de la historia de Rumanía, desde la conquista romana y la creación de la Gran Rumanía en 1918.

Ateneo Rumano (iStock)

5. Museo Satului

Es un museo etnográfico al aire libre, donde el visitante podrá conocer unos 300 edificios de distintas regiones, estilos y épocas. Hay desde casas tradicionales hasta establos y molinos. Es una estupenda ocasión para conocer la cultura campesina de este país, que posee una gran tradición agraria, a través de los utensilios de cocina, los aperos de labranza e las herramientas para tejer que están expuestos.

Museo Satului (iStock)

6. Parque Herastrau

Es el Central Park de la capital rumana y tiene unas dimensiones muy parecidas al Parque del Retiro de Madrid. Construido entre 1930 y 1935, es otro de los imprescindibles de Bucarest que no puedes perderte. Se encuentra en la parte norte de la ciudad. Durante el verano podrás dar una vuelta en los barcos de remo o motor. En la época invernal, el agua se congela y se convierte en una pista de patinaje.

Parque Herastrau (iStock)