Natalia y Alberto se conocieron un día cualquiera y, al momento, se dieron cuenta de que compartían un gran objetivo: viajar. Ahora tienen una hija en común y no dudan en seguir descubriendo nuevos sitios junto a la pequeña.
Tras varias escapadas, y después de haber visitado Berlín, crearon el El Mundo a mis Pies, un blog desde el que Natalia informa de todos sus viajes y recomienda los sitios más emblemáticos que ver y los mejores restaurantes del destino. A través de su instagram, comparten todas sus fotos en cada lugar que visitan.
¿Cómo surgió la idea de hacer un blog?
Alberto: Surgió más de ella porque, de tanto viaje, al principio cuando volvíamos la gente preguntaba mucho. Yo siempre decía “que lo cuente Natalia, que se ha quedado con muchos detalles, ha apuntado restaurantes, sitios que ver…”. De hecho, siempre que viajamos, ella se curra mucho las guías para ver adónde ir, adónde no ir. Yo soy más el GPS humano o la guía una vez estamos en el sitio.
Natalia: Me encanta buscar en Internet y me encanta encontrar una guía entera en la que se diga cómo ir del aeropuerto a tal sitio, cómo alquilar un coche, cuál es el mejor alojamiento… Entonces dije “pues voy a hacerlo, puede que fracase, pero la idea la tengo”.
¿Cuáles son los motivos para hacer rutas en coche?
Natalia: Te da más facilidad, movilidad e independencia, sobre todo.
Alberto: Sí, es la comodidad de llegar a un sitio y decir “teniendo esto aquí al lado, ¿por qué no me puedo acercar para verlo?”.
Natalia: Si vas con una actividad, digamos que estás un poco más atado al tiempo y a los espacios que te dan ellos y luego no te da tiempo a ver lo que quieres.
Alberto: La comodidad de desviarte. Decir “oye mira, me acaba de saltar en el pueblo de al lado un mirador súper chulo, una iglesia o un castillo. Estando aquí y teniéndolo tan cerca, ¿por qué no?”.
¿De qué os informáis a la hora de hacer una ruta?
Natalia: Pues de los kilómetros que hay de un punto a otro, la distancia. Si hay que pagar o son carreteras normales, si la previsión del tiempo es buena o mala para la ruta.
¿Recomendáis llevar guía en los viajes?
Natalia: No es que te lleves una guía como tal, pero yo siempre llevo un cuaderno con apuntes. Además, apuntamos mucho lo clave: los restaurantes y sitios donde comer.
Ventajas de hacer rutas con niños
Natalia: Se trata de que el niño se adapte a ti y no tú al niño. Con el coche, si tienes algún imprevisto, puedes parar en un momento. En cambio, si vas con más gente o en una actividad tienes que estar pidiendo por favor que tenemos que parar porque me ha pasado esto. En el coche también puedes poner música, le puedes dar la Tablet para entretenerse un rato… va más cómoda.
Consejos si haces viajes con niños pequeños
Alberto: Siendo un bebé algo de ropa de cambio hay que llevar porque se puede poner malito en cualquier momento y mancharse.
Natalia: En algún que otro viaje hemos llevado una batidora para triturar la fruta cuando se la tomaba.
¿Qué viajes destacaríais de rutas en coche?
Natalia: La ruta 66 o Francia. A Portugal también hemos hecho en coche y fuimos parando por todos los pueblecitos. Cuando vamos en avión a alguna ciudad también cogemos siempre coche para poder visitar los alrededores y no sólo basarnos en el centro de la ciudad.
¿Cuál fue vuestra experiencia en la ruta 66?
Natalia: Fue una súper experiencia en todos los sentidos. Nos pasó de todo, incluso lo que puedas pensar que sea inimaginable. Lo de Resacón en las Vegas fue tal cual. Cogimos el coche cuando llegamos a Los Ángeles, hicimos noche y nos fuimos al cañón. Fuimos en mayo, un mes maravilloso, y ¡nos calló una pedazo de nevada! No llevamos ropa de abrigo, así que nos fuimos a comprarla. Teníamos dos actividades: la del helicóptero, que te lleva por todo el cañón y es muy bonita, y en el antelope, que también es una pasada porque son las personas locales las que se encargan de la excursión. Evidentemente, no pudimos hacer ninguna por la nevada.
Alberto: Llamamos para asegurarnos de que el helicóptero podría despegar y nos dijeron que a la hora que lo teníamos concertado nosotros iba a estar despejado y sería un 90% probable que pudiéramos hacerlo. Dejamos el antelope, nos fuimos en coche hacia allá y, cuando llegamos, nos dijeron que no iba a salir el helicóptero. Perdimos la actividad del antelope también por ir al helicóptero.
Natalia: Nos fuimos de senderismo por unas rutas que hay por allí muy bonitas. Hubiese sido mucho más bonito lo otro, pero era lo que había. Cuando fuimos a la siguiente parada, Las Vegas, fue una hora en coche y cuando llegamos nos tuvimos que ir a comprar ropa otra vez porque hacía un calor insoportable y la ropa que llevamos era de entretiempo.
Aconsejamos mirar el tiempo, nunca está de más echar algo de abrigo y unas chanclas, por supuesto.
¿Qué destacaríais de vuestra ruta por Portugal?
Alberto: Pararía primero en Mérida.
Natalia: Trujillo, Mérida… toda esa zona es preciosa. Cuando te metes en frontera, Égora, un pueblo precioso. Tiene una capilla llena de huesos, de todos los huesos humanos. Destruyeron el cementerio y decidieron ponerlos todos apilados en la capilla para honrarles.
La boca del infierno es un acantilado que deja sin palabras. La zona alta de Lisboa tiene un mirador súper bonito. Tienes que ir a una churrasquería; te hacen toda la carne y los pescados a la brasa y el sabor es espectacular. También el vino de Oporto si vas a Oporto. Sintra en general es parada obligatoria. Está muy cerca de Lisboa y merece muchísimo la pena.
¿Con qué os quedáis con vuestro viaje a Francia?
Alberto: A mí me encantó Mónaco.
Natalia: A mí Niza.
Alberto: Niza también me gustó mucho, pero Mónaco tiene ese toque de glamour.
Natalia: A mí me gustó mucho Niza y creo que me iría a vivir a Niza. Lo tiene todo: es precioso y tiene playa. Tengo un sabor agridulce con Niza porque justo fuimos cuando pasaron los atentados. Incluso ahora se me ponen los pelos un poco de punta porque fue duro.
Alberto: Tenían un altar en el paseo.
Natalia: Creo que si a una ciudad le pasa eso, voy a poner de ejemplo a Nueva York, tiene que resurgir como el ave Fénix. Ellos eran muy suyos y muy introvertidos, pero cambiaron completamente. El alcalde en ese momento dijo “Nueva York no puede estar así, tenemos que cambiar”. Ahora vas y los policías son súper agradables: se hacen fotos contigo, ayudan a todo el mundo. Antes no eran así, tampoco digo que no te tienen que dar ese batacazo para que cambies tu ciudad o la sociedad, pero quizás es una lección de vida.
Alberto: Justo cuando acababa de pasar era el momento más seguro para ir.
Natalia: No hay que tener miedo a viajar porque haya pasado algo.
¿Consejos para futuros viajeros?
Natalia: Conducir se conduce igual en todos lados.
Alberto: Además, hoy en día, suelen conducir varios miembros de las familias con lo que te puedes turnar, uno descansa y el otro conduce.
Natalia: Siempre despacio y con calma, que no hay prisa. Si tu ruta se ha salido de horario o lo que sea da igual, se puede modificar y son anécdotas que hacen que el viaje sea mejor.
Alberto: Más divertido.
¿En qué te basas para decir si un viaje ha merecido la pena?
Natalia: Creo que en la satisfacción que te deja cuando vuelves a casa. En las risas, las anécdotas, algo malo que se quede como una experiencia más. También en la comida. Sobre todo en las actividades y lo que se lleva tu retina