Leyendas sobre el Conde Drácula imprescindibles en tu ruta por Rumanía
Jorge Aznal
Última actualización
¡Pásalo “de miedo” con estas leyendas sobre Drácula relacionadas con tu ruta en coche por Transilvania!
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Una ruta en coche por Transilvania es, en todos los sentidos, un viaje de leyenda. Por un lado, por la singular belleza de sus paisajes naturales y por el encanto de sus ciudades y pueblos. Y, por otro, por las leyendas sobre Drácula que de una forma u otra rodean a Transilvania y a algunos de sus enclaves más conocidos.
Las siguientes leyendas sobre Drácula aportan un toque de intriga a tu ruta en coche por Transilvania. Pero lo que no es ningún misterio es que lo pasarás “de miedo” en tu ruta en coche por Rumanía durante 8 apasionantes días.
Drácula es un personaje de ficción creado por el escritor Bram Stoker. Pero quien sí fue real y no de ficción fue el hombre en el que se inspiró Bram Stoker para crear al conde Drácula: Vlad Tepes, popularmente conocido como Vlad el Empalador.
1. El Drácula real ordenó matar a unas 100.000 personas
Vlad Tepes nació en 1431 en Sighisoara, una de las localidades más bonitas que podrás ver en tu ruta en coche por Transilvania. Antes de luchar contra el Imperio Otomano y empalar cruelmente a sus enemigos -de ahí el apodo de Vlad el Empalador-, el príncipe de Valaquia fue entregado en su adolescencia como rehén, junto a uno de sus dos hermanos, a los otomanos.
Cuando Vlad Tepes regresó de su exilio años después, descubrió que su padre, Vlad Dracul, había sido asesinado y que a su otro hermano le enterraron vivo después de haberle quemado los ojos. La venganza de Vlad Tepes fue despiadada. Tanto que, según las estimaciones, se cree que ordenó el exterminio de cerca de 100.000 personas, muchas de ellas brutalmente empaladas.
Vlad Tepes fue asesinado en 1476, aunque no se sabe a ciencia cierta si lo fue por miembros de su propia guardia o por los enemigos. Lo que no admite duda es que los turcos se llevaron su cabeza como trofeo a Constantinopla.
2. Vlad Empalador comía con sangre de sus víctimas
Al carácter sanguinario de Vlad Tepes -declarado héroe nacional en Rumanía por el régimen de Ceaucescu- hay que sumar un macabro detalle que reflejan algunos cuadros de la época y que también pudo servir de inspiración a Bram Stoker. Según parece, Vlad Tepes acostumbraba a mojar pan en un cuenco con la sangre de sus enemigos. Y ya sabemos de qué se alimenta el conde Drácula en la novela de Bram Stoker y en las películas…
3. El castillo de Drácula que en realidad no lo es…
Uno de los enclaves más representativos de la ruta en coche por Transilvania (y el más visitado en toda Rumanía) es el castillo de Bran. Este lugar da pie a una de las leyendas sobre Drácula más extendidas: que el castillo de Bran es el castillo donde residía Vlad el Empalador. Hay quien dice que esa leyenda se extendió por la influencia del dictador Nicolae Ceacescu, que pensó que el castillo atraería así más visitas.
4. …Y el castillo de Drácula que sí lo fue
Aunque Bram Stoker (quien nunca estuvo en Transilvania) eligió este imponente castillo como morada de Drácula, lo cierto es que Vlad el Empalador no tenía su residencia oficial en el castillo de Bran, donde únicamente pasó dos noches encerrado por los otomanos, sino en otro de los castillos que podrás ver en tu ruta en coche por Transilvania: el castillo de Poenari, que se encuentra parcialmente en ruinas.