El vuelo a Basilea será el prólogo a un mágico cuento de hadas: vuestra ruta por la Selva Negra y Alsacia. En Basilea podréis recoger vuestro coche de alquiler para escribir las primeras páginas de vuestra historia. Unas que tendrán como escenario Friburgo de Brisgovia -Friburgo para los amigos-. Esta ciudad con un marcado carácter universitario y considerada como la capital de la ecología en Alemania os espera a poco más de 70 kilómetros de Basilea. Que la distancia sea corta es algo que os vendrá muy bien para aprovechar el primer día de vuestra ruta por la Selva Negra y Alsacia. Por suerte, esta no será la única jornada que tengáis para conocer Friburgo, pero sí es importante sacar partido a esas primeras horas de vuestra ruta para pasear por su casco antiguo medieval, admirar su majestuosa catedral del siglo XI, contemplar sus pequeños canales y disfrutar de su gastronomía. Por ejemplo, con una cena informal en la céntrica plaza de Münsterplatz antes de retiraros a descansar a vuestro hotel de Friburgo.

El segundo capítulo de la ruta por la Selva Negra y Alsacia tiene como principio y fin a Friburgo, que en este día cederá protagonismo a tres personajes inolvidables. El primero de ellos es Todtnau, un precioso pueblo de la Alta Selva Negra que además destaca, entre otras cosas, por sus impresionantes cascadas. El segundo personaje que entrará en acción es el lago Titisee, que se encuentra a unos 20 kilómetros al noreste de Todtnau por la carretera B317. El paisaje con el que podemos deleitarnos en este maravilloso lugar varía en función de la época del año, pero lo que no cambia es la sensación de estar ante un entorno de una singular belleza. Si tienes la suerte de visitar el lago Titisee en verano, podrás practicar diferentes actividades, como navegar en barca por el lago, darte un baño o hacer una ruta de senderismo. Y si vas en invierno puede que tengas la oportunidad de caminar por encima del hielo en alguna de sus zonas. El tercer personaje del día no tiene un papel secundario sino que, al igual que los dos anteriores, también merece sentirse protagonista. Se trata de Breitnau, un tranquilo pueblo ubicado en el Valle del Infierno (Hölllental), a unos 10 kilómetros al noroeste de Titisee. Un consejo: no te saltes la página de tu libro de ruta dedicada a la garganta del río Ravenna (Ravennaschlucht) antes de regresar a Friburgo.

Toca dejar Friburgo para dirigirse en coche hasta Gengenbach, el pueblo de cuento por excelencia de la Selva Negra y, sin duda, una de las localidades más bonitas de Alemania. De hecho, Gengenbach fue una de las localizaciones de la película Charlie y la fábrica de chocolate dirigida por Tim Burton y protagonizada por Johnny Depp. Pasead tranquilamente por las calles Höllengasse y Engelgasse y deteneos en la plaza principal para admirar su ayuntamiento (Rathaus) del siglo XVIII. Si visitáis Gengenbach en Navidad, podréis disfrutar de su tradicional mercadillo navideño, que también es típico de la siguiente parada de vuestra ruta: Estrasburgo. A esta hermosa ciudad francesa que mantiene su huella medieval le podéis dedicar un capítulo (día) completo en la siguiente jornada de la ruta. Pero antes, durante la tarde-noche anterior y a modo de preludio, podréis haceros una primera idea del encanto que reúne Estrasburgo.

Tenéis por delante todo un día para descubrir una ciudad como Estrasburgo y disfrutar, por ejemplo, de su fascinante casco histórico, reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Estrasburgo es, además, la sede del Parlamento Europeo. Se puede visitar de forma gratuita, pero es necesario reservar con unos dos meses de antelación. También tenéis la posibilidad de descubrir la magia de Estrasburgo en barco y admirar sus característicos Ponts Couverts (puentes cubiertos). Y, por supuesto, en esta apasionante jornada de turismo en vuestra ruta por Alsacia no pueden faltar la visita a la catedral de Notre-Dame de Estrasburgo y el famoso reloj astronómico; la Casa Kammerzell; el Palacio de Rohan y otros muchos encantos que iréis descubriendo a casa paso por Estrasburgo en un día para el recuerdo.

Vuestra ruta en coche por la Selva Negra y Alsacia continúa en el castillo de Haut-Koenigsbourg, en las proximidades de Saint Hippolyte y a unos 60 kilómetros al suroeste de Estrasburgo. Esta colosal fortaleza, una de las más grandes del país, es uno de los monumentos más visitados de Francia. Además de visitar sus dependencias y conocer la historia que alberga el castillo, tenéis otro motivo para deteneros en este lugar: sus murallas ofrecen unas privilegiadas vistas del valle del Rin. Después será el momento de volver a vuestro coche de alquiler, recorrer unos 20 kilómetros con bellos paisajes y llegar a Colmar, vuestro nuevo lugar de alojamiento.

En Colmar escribiréis otra página de cuento en vuestra ruta por la Selva Negra y Alsacia. Un cuento perfectamente ilustrado con fotografías de ensueño. Las que podréis hacer en el romántico barrio de la Petite Venise (Pequeña Venecia), la Rue des Tanneurs o el antiguo barrio de pescadores de la Quay de la Poissonnerie, entre otros lugares que ver en Colmar. Y, por si fuera poco, también podréis echar a volar vuestra imaginación con todo un clásico de la literatura infantil –y no tan infantil-: El Principito. En la localidad de Ungersheim, a unos 35 kilómetros al sur de Colmar, se encuentra el Parque del Principito (Le Parc du Petit Prince). La obra de Antoine de Saint-Exupéry inspira un parque temático que ofrece más de 30 atracciones para hacer aún más inolvidable otra mágica jornada de vuestra ruta en coche por la Selva Negra y Alsacia. Ya de vuelta a Colmar, con el coche aparcado, podréis saborear alguno de sus populares vinos y acompañarlo con foie gras y otras especialidades de la zona.

Colmar también tendrá su parte de protagonismo en el penúltimo episodio de vuestra ruta en coche por la Selva Negra y Alsacia. Claro que ese protagonismo lo compartirá con el Parque Natural Regional de Ballons des Vosges, a unos 60 kilómetros de distancia por carretera de Colmar. La visita a este parque natural es toda una invitación para encontrarse con la naturaleza y, de paso, con uno mismo. A vuestro regreso a Colmar aún tendréis tiempo para disfrutar de una última tarde con alguno de los planes que hacer en Colmar que aún no hayáis realizado. ¿Será un agradable paseo en bicicleta? ¿Un tranquilo recorrido en su tren turístico? Cualquier opción es perfecta antes de volver a saborear, una última vez, la gastronomía local.

Ahora sí, llegamos a la última página de la mágica ruta por la Selva Negra y Alsacia. El trayecto desde Colmar al aeropuerto de Basilea-Mulhouse-Friburgo, donde dejaréis vuestro coche de alquiler, supone el desenlace de un viaje de fantasía. El epílogo lo pone el vuelo de vuelta a tu ciudad de origen. Ese será el cierre de esta historia imborrable y, al mismo tiempo, el principio de otras muchas en forma de rutas increíbles.