Ruta del Anillo Islandés

Toma tu vuelo hasta Reikiavik, recoge tu coche de alquiler en el aeropuerto y dirígete a tu hotel de la capital islandesa para dejar tu/vuestro equipaje en la habitación y dar tu primera vuelta por Reikiavik. Claro que, si dispones de tiempo, también tienes la opción de empezar a lo grande tu Ruta del Anillo Islandés con un relajante baño en las aguas geotermales de la Laguna Azul. En cualquier caso, si no tienes esa posibilidad a tu llegada a Reikiavik, no te preocupes porque tendrás una nueva oportunidad de hacer ese plan en la parte final de tu ruta en coche por Islandia. En tu primera noche en Reikiavik podrás dar un paseo por la calle Laugavegur, por los alrededores del puerto y por la plaza del Parlamento antes de cenar. ¡No prolongues mucho la velada que al día siguiente toca madrugar para ponerte en ruta!

La Ruta del Anillo Islandés comienza como el agua y el vapor que brotan de los géiseres: por todo lo alto. Y es que en este día te espera el célebre Círculo Dorado que forman el Parque Nacional de Thingvellir, Geysir y Gulfoss. Situado a unos 45 kilómetros de Reikiavik, el Parque Nacional de Thingvellir, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un lugar tremendamente especial por su paisaje, por fallas tan asombrosas como la de Almannagjá y por su historia: aquí, en la primera mitad del siglo X, se creó el primer parlamento democrático del mundo. A menos de una hora de camino te espera Geysir, en el valle de Haukadalur. El espectáculo natural que podrás admirar aquí te dejará con la boca abierta con las columnas de agua hirviendo de géiseres como Strokkur y Geysir que llegan a alcanzar varias decenas de metros de altura. El show continúa con las cascadas de Gullfoss y su fascinante doble salto de más de 30 metros de alto. Después continuarás hasta Selfoss, tu lugar de alojamiento para poner fin a un día para el recuerdo.

A una media hora de Selfoss se encuentra Hella, un coqueto pueblo cercano al volcán Hekla y, al mismo tiempo, una buena zona para contemplar la aurora boreal en invierno, uno de esos fenómenos que deberíamos ver al menos una vez en la vida. El trayecto continúa después en dirección a las cataratas de Seljalandsfoss, sin duda de las más bonitas de Islandia… y del mundo. Si el día es soleado, además de caminar por debajo de la cascada, podrás disfrutar de un deslumbrante arcoiris. Igual que con el gran salto de agua de la cascada de Skógafoss si el tiempo acompaña. Más tarde, como actividad opcional, tienes la posibilidad de caminar con crampones sobre la lengua de hielo del glacial Solheimajökull antes de subir de nuevo a tu vehículo para encaminarte a un lugar con un topónimo especialmente complicado: Kirkjubaejarklaustur. Desde luego no se te ocurra escribirlo en tu navegador con el coche en marcha…

Sin haber llegado aún al primer tercio de tu Ruta del Anillo Islandés ya habrás acumulado unos cuantos lugares y experiencias para enmarcar. Lo bueno es que quedan muchos más por delante. Por ejemplo, el Parque Nacional de Skaftafell, dentro del Parque Nacional Vatnajökull, el parque nacional más grande de Europa. Podrás descubrir el glaciar Skaftafellsjökull, contemplar cascadas como la de Svartifoss y, si lo deseas, seguir hasta el valle de Morsárdalur. Eso sí, ten en cuenta que después no deberías perderte el lago glaciar de Jökulsárlon, otro de los puntos imprescindibles de la Ruta del Anillo Islandés y escenario de películas como Batman Begins, Lara Croft: Tomb Raider y entregas de una saga mítica como James Bond con títulos como Panorama para matar y Muere otro día. En este privilegiado entorno natural, como en otros de la Ruta del Anillo Islandés, también se grabaron escenas de Juego de tronos. Aproximadamente a una hora de camino se sitúa Höfn, final de la etapa del día. ¿Será con un homenaje a modo de cena con langosta?

Aunque no haya tantas paradas intermedias entre el destino de origen y el de llegada como en otras jornadas, conviene igualmente que os levantéis temprano por dos razones: primero, porque Egilsstadir está a más de tres horas de Höfn; y segundo, por la belleza de los paisajes que podrás admirar a lo largo de la conocida como Ruta de los Fiordos, con cascadas, gargantas y fiordos que te dejarán, para bien y en sentido figurado, helado.

La etapa por carretera va a ser larga en este día pero los kilómetros que hagas te compensarán (con creces) por los lugares que descubrirás. Es el caso del cañón de Ásbyrgi, un impresionante accidente geográfico con más de 3 kilómetros de largo y más de uno de ancho. O el pueblo pesquero de Húsavik, un magnífico enclave para contratar una excursión para avistar ballenas… y, si se dan las circunstancias adecuadas, contemplar la aurora boreal.

La primera parada de este día será muy especial. Tanto como el lago volcánico y los baños termales de Mývatn, en plena Ruta del Diamante. Solo unos kilómetros más allá podrás conocer la zona de Hverir y sus fumarolas y pozos de barro ardiendo antes de dirigirte en tu coche de alquiler a una de las cascadas más impresionantes de Islandia: Godafoss, la Cascada de los Dioses. El salto de agua del río Skjálfandafljót alcanza los 12 metros de alto y los 30 metros de ancho. La jornada, sin duda, habrá comenzado fuerte, pero aún tendrás por delante más lugares fascinantes por descubrir. Como mínimo, Akureyri, una de las ciudades más importantes de Islandia y la localidad donde te alojarás en esta noche. Pero tal vez, con suerte, también la isla de Hrísey, la segunda isla más grande de Islandia, o la isla de Grímsey, dos excursiones opcionales que puedes contratar aparte. Como Grímsey está más lejos y no hay ferry a diario, lo más recomendable, si dispones de tiempo suficiente, es que visites la isla de Hrísey. Y si no, siempre puedes aprovechar para conocer Akureyri de una forma más relajada.

Uno de los pueblos más bonitos del norte de Islandia es Siglufjördur, también conocido como Sigló, con sus llamativas casas de madera de diferentes colores y el pintoresco Museo de la Era del Arenque. Podrás visitarlo a poco más de una hora de tu salida de Akureyri. A continuación sigue en dirección a Varmahlíd, un pequeño pueblo con encanto, antes de encaminarte al alojamiento que hayas reservado en la zona de Nordurland Vestra (región noroccidental).

Llega otro de los días grandes de tu Ruta del Anillo Islandés: el que te llevará hasta la península de Snaefellsnes, una de las zonas imprescindibles que visitar en Islandia. No hay otro lugar como este que represente de forma más fidedigna la geografía de Islandia. De hecho se considera a Snaefellsnes como una especie de Islandia en miniatura porque aquí se concentran glaciares, fiordos y volcanes como el Snaefellsjökull, escenario de la famosa novela de Julio Verne Viaje al centro de la Tierra. Snaefellsjökull es también el nombre que recibe uno de los grandes parques nacionales de Islandia y cuya superficie se extiende por 170 kilómetros cuadrados. Las opciones a partir de aquí son numerosas y deberás elegir entre aquellas que más te interesen y mejor se ajusten a tu planificación de este día. Entre ellas están el pueblecito de2, Hellnar, la sorprendente playa de arena negra de Djupalónssandur, la cueva de lava de Vatnshellir (solo accesible con guía), Hellisandur, los pueblos pesqueros de Ólafsvik y Grundarfjördur… ¡Tú eliges!

Al final de este día regresarás al punto de origen de tu ruta en coche por Islandia: Reikiavik. Antes de llegar a la capital islandesa podrás descubrir parte del encanto de la región de Borgarfjördur con los campos de lava que rodean la cascada de Glanni, el volcán Grabrok y el lago Hredavatn. También Borgarnes, una ciudad ubicada en una península en el fiordo de Borgarfjördur que está a unos 60 kilómetros al norte de Reikiavik. Después, ya sí, lánzate a descubrir nuevos rincones de la capital y a degustar alguno de los platos típicos de la gastronomía islandesa que aún no hayas probado.

¡Tienes todo un día por delante para disfrutar a tu aire de Reikiavik! Puedes aprovechar para recorrer la ciudad, conocer la iglesia de Hallgrimskirkja -la más grande de Islandia-, explorar la sala de conciertos Harpa y el puerto antiguo, visitar alguno de sus museos o realizar alguna actividad opcional en plan aventura como un descenso guiado al interior del volcán Thrinuhkagigur. Si prefieres algo más tranquilo también puedes relajarte en alguna de las piscinas o balnearios de Reikiavik.

¿Tu vuelo de vuelta sale por la tarde-noche? En ese caso, qué mejor manera de acabar tu Ruta del Anillo Islandés que con un reparador baño en las aguas de la Laguna Azul. Si esa es tu intención será mejor que reserves previamente para asegurarte la entrada. Ese puede ser el broche de oro a un viaje apasionante por Islandia antes de devolver tu coche de alquiler en el aeropuerto de Reikiavik y volar a tu ciudad de origen.