En realidad cualquier momento es bueno para visitar los pueblos de Cantabria. Ya sea de día o de noche, ya sea verano o invierno, son numerosos los pueblos de Cantabria que desprenden un encanto especial. No caben todos aquí, pero sí que caben todos ellos -y otros- en una ruta en coche por Cantabria. Más aún si es verano, los días y las noches están exentos de preocupaciones y, al caer la tarde, nos encontramos en lugares como estos…
1. Castro Urdiales
La bella iglesia gótica de Santa María, el castillo y el faro, el puente medieval… Castro Urdiales se merece, sin duda, una parada en nuestra ruta por Cantabria. Si esa parada se alarga durante el día y se prolonga hasta la noche, la recompensa será doble.
2. Potes
Cometeríamos un error si dejásemos la visita a Potes únicamente para la noche. Si fuera así, nos perderíamos su atractivo natural a plena luz del día. Pero eso no significa que no podamos hacer ‘doblete’ y disfrutar de Potes tanto por el día como por la noche.
3. Comillas
Tampoco pasaría nada si, después de un bonito día de turismo en Comillas, nos quedásemos dando un paseo por la tarde por sus calles. Y tampoco si ese paseo por la conocida como Villa de los Arzobispos continúa ya por la noche…
4. Santillana del Mar
Santillana del Mar es conocida como la ciudad de las tres mentiras porque ni es santa, ni es llana ni tiene mar. Pero lo que no es ninguna mentira es que la visita a esta localidad, que figura entre los pueblos más bonitos de España, es tan agradable que el tiempo en ella se pasa volando. Si se te hace de noche aquí, no importa: así disfrutas más.
5. San Vicente de la Barquera
Otra de las visitas imprescindibles en una ruta por Cantabria es la que tiene como destino San Vicente de la Barquera. Su estampa nocturna no desmerece en absoluto el extraordinario atractivo que define esta localidad marinera. Y eso es mucho decir…
6. Laredo
También es villa marinera un enclave como Laredo, que luce sus mejores galas sin hacer distinción entre el día y la noche. Pasear por sus calles, degustar unas tapas en sus bares y tomar una copa tranquilamente -siempre que no tengas que conducir, por supuesto- son planes realmente apetecibles para una noche de verano en este y en otros pueblos de Cantabria.