Los monumentos de Rumanía que no te puedes perder
Óscar Fernández
Última actualización
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El número de turistas que llegan a Rumanía, según las cifras del Atlas Mundial de Datos de Knoema, no ha parado de crecer desde 2010 después de unos años realmente duros. En 2017, arribaron a este país de Europa del Este 10,9 millones de visitantes. Poco a poco, la gente va conociendo este lugar que no suele estar entre las preferencias de los turistas y no será porque haya pocos monumentos de Rumanía que no te puedes perder.
Para que te hagas una idea de lo que supone la cifra de viajeros antes comentada, a un país como Croacia, que está de moda, llegaron 15,5 millones en 2017, que, seguro, hicieron una ruta por la Croacia más auténtica. Y un dato más: a España, siempre según Knoema, llegaron 81,7 millones de visitantes.
1. Monasterios pintados de Bucovina
En Bucovina, la región más septentrional de Rumanía, se encuentran unos singulares monasterios cuyos muros interiores y exteriores conservan en buen estado frescos de los siglos XV y XVI. El de Voronet, con su penetrante azul, es el más famoso, no en vano, se le conoce como “La Capilla Sixtina del Este”.
2. Castillo de Bran
Entre los monumentos de Rumanía que no te puedes perder nunca falta el Castillo de Bran, o, lo que es lo mismo, el hogar de Drácula. Porque este castillo, construido entre 1377 y 1388, fue lo que inspiró a Bram Stoker para la creación de la novela. Se encuentra en la frontera entre Transilvania y Valaquia, a 190 kilómetros de Bucarest. Por cierto, el verdadero Drácula (Vlad Tepes) nunca vivió allí. Pero esto no es óbice para que, antes de ir, te empapes de las leyendas sobre el conde Drácula.
3. Castillo de Peles
En Sinaia, a unos 140 kilómetros al norte de Bucarest, está otro castillo digno de visitarse. Y esta vez no tiene nada que ver con Drácula. El Castillo de Peles fue ordenado construir por el rey Carol I y se erigió entre finales del siglo XIX y principios del XX. Al terminar su construcción, el castillo contaba con 160 habitaciones y 30 baños. ¿Las quieres ver todas?
4. Castillo de Hunyad
Un castillo más dentro de los monumentos de Rumanía que no te puedes perder. El de Hunyad está en Hunedoara, a algo más de 400 kilómetros al noroeste de la capital. Se le llama así porque en el siglo XV el rey Segismundo de Hungría se lo entregó a Juan Hunyadi. También se le llama Castillo Corvino, por Matias Corvino, hijo de Hunyadi. De primigenio estilo gótico, posteriormente se le han añadido componentes renacentistas y barrocos.
5. Iglesias de madera de Maramures
Antes de llegar a Bucarest, que es donde están los últimos tres monumentos que vamos a listar, no podemos dejar de visitar las iglesias de madera de Maramures (a más de 600 kilómetros de Bucarest). Son ocho templos que responden a diferentes épocas arquitectónicas. La de Bârsana es una de las más conocidas, fue construida en 1720 y es patrimonio de la humanidad.
6. Palacio del Parlamento
Llegamos ya a la capital para repasar los últimos (de este artículo, porque hay muchos más) monumentos de Rumanía que no te puedes perder. Empezamos por el palacio del Parlamento, la segunda construcción más grande del mundo, solo por detrás del Pentágono. Fue Ceausescu el que mandó levantarlo. Tiene una superficie de 365.000 metros cuadrados, 1.100 habitaciones y más de 200.000 metros cuadrados de alfombras. Megalomanía en estado puro.
7. Palacio de Cotroceni
El Palacio de Cotroceni es la residencia oficial del presidente de la república. Además de, desde 1991, el lugar que alberga el Museo Nacional. Su construcción comenzó en 1679, como edificio religioso, por orden del príncipe Cantacuzino. La construcción del palacio propiamente dicho se inició mucho después, en 1888.
8. Templo Coral
Para finalizar con los monumentos de Rumanía que no te puedes perder, nos vamos al Templo Coral, también en Bucarest. Erigido entre 1857 y 1867, en su construcción trató de hacerse una réplica de la sinagoga Leopoldstadt-Tempelgasse de Viena. En el barrio que lo rodea llegaron a vivir unos 20.000 judíos.