Ya estamos aquí, Miami nos recibe con su alegría habitual. Asiéntate en el hotel, gestiona el tema del coche (si no está ya todo solucionado en origen) y, si el cansancio te lo permite, no pierdas el tiempo. Empieza a disfrutar de esta maravillosa experiencia por las calles de la ciudad de Miami. Date un bañito si el tiempo acompaña: no hay mejor manera de que el jet lag se esfume ipso facto.

Dinero, mucho dinero, lujo, pero también tradición, sociabilidad, humildad. Miami es una mezcla que te sorprenderá. En este primer día efectivo de ruta queremos que conozcas algunos de los distritos de esta ciudad y que descubras, en primera persona, su mezcolanza, su vida, su amalgama,… Sus contradicciones.
Por cierto, ¿sabes que la capital del Estado de Florida no es Miami, ni Orlando, ni Tampa, ni Jacksonville? No, es Tallahassee, en la punta norte.
Y después de este pequeño impasse, vámonos a Coconut Grove, donde comenzarás a percibir la mezcla de culturas y ambientes. Parece un espacio independiente del resto de la urbe, con originales establecimientos de ropa y una gran oferta gastronómica. El siguiente paso te llevará al lujo: Coral Gables es un barrio residencial repleto de majestuosas mansiones. Puede que incluso veas a algún famoso o famosa. Si tienes tiempo y ganas (esto seguro que sí), refréscate en una de las piscinas más alucinantes del mundo: Venetian Pool.
Cambiamos de tercio. Para comer te recomendamos ir a Little Havana. Ya sabes que la colonia de cubanos en Miami es multitudinaria, interactúa con ellos, prueba sus especialidades, charla, baila, bebe (con moderación).
La tarde la echaremos en Miami Beach, sí, ya estás en ese lugar que tantísimas veces has visto por televisión. Otra vez lujo, lujo y lujo. Por la noche, Miami sigue llena de vida. Por ejemplo, en Ocean Drive, “la Ibiza americana”. También puedes pasear por Wynwood y alucinar con sus grafitis o disfrutar de un espectáculo sinigual (aunque no te guste el deporte): un partido de la NBA.

Unamos la genialidad del ser humano con la magia de la naturaleza. Juntemos la capacidad de crear con el regalo natural… Hagámoslo y obtendremos una carretera de 180 kilómetros que va por encima del mar: cruza 34 islas rodeadas de coral y 42 puentes. Esa es la excursión que te proponemos para este tercer día de la Ruta por Estados Unidos: la Costa de Florida y Orlando.
El destino es Key West, y es un maravilloso punto de llegada, pero el camino que te llevara hasta él es una utopía real. Ve tranquilo, los controles de velocidad son continuos, y disfruta de un viaje inolvidable. Para a fotografiar –con tu cámara y con tu mente– paisajes que siempre recordarás, que dejarán una huella indeleble en tu intelecto.
Cayo Hueso es la ciudad más meridional de Estados Unidos. Antaño pintiparado lugar para piratas y buscadores de tesoros, hoy es hogar de artistas callejeros y vida bohemia. Sus atardeceres son famosos, sobre todo, los que puedes admirar en Fort Taylor Beach y Mallory Square. El espectáculo natural es similar, pero en Mallory Square lo acompañas de música en directo y mucho ambiente.
Henry Flager, Truman, Ernest Hemingway o Tennessee Williams ya se enamoraron de Key West y lo hicieron su hogar. Su animada vida nocturna, sus playas, Duval Street (eje central de la ciudad) son lugares y experiencias que has de vivir.

En este cuarto día de la ruta en coche por Florida llega uno de los puntos fuertes. Además, es la jornada más larga con 411 kilómetros. Madruga en Key West y, salvo que quieras realizar algún tipo de actividad mañanera, como submarinismo –o que pretendas despedirte del lugar oteando la mar desde lo alto del faro tras subir sus 80 escalones– móntate en el coche, que tienes por delante tres horas hasta llegar al Parque Nacional de los Everglades.
Cuando llegues tendrás ante ti 6.000 kilómetros cuadrados de naturaleza salvaje y en estado puro. Caimanes, cocodrilos o panteras serán tus compañeros en esta excursión y, por supuesto, los mosquitos, así que ya sabes: no escatimes en repelente. El recorrido se puede hacer a pie o en canoa y, teniendo en cuenta cuáles son los inquilinos del parque, huelga decir que hay que seguir a rajatabla las instrucciones y no salirse en ningún momento de los itinerarios marcados.
Los Eveglades son el parque natural subtropical más grande de los Estados Unidos y fue catalogado como patrimonio de la humanidad, reserva internacional de la biosfera y tierras pantanosas de importancia internacional (wetland of international importance). Es el tercer parque más grande de Estados Unidos y tiene cuatro centros para visitantes. Se puede entrar por diferentes lugares, pero, llegando desde Key West, lo más lógico es acceder por Homestead. Disfruta al máximo (y con mucho cuidado) de este vasto espacio natural.
Después seguirás por la costa hacia el oeste para dormir en Naples (casi 60 kilómetros). Si llegas a tiempo, observa un precioso atardecer desde el muelle.

Naples está bañada por el Golfo de México y pasear por sus playas y embarcaderos es un ejercicio de relajamiento extremo. Ambiente bucólico que, obviamente, no está exento de ostentación: aunque menos que en otros destinos de esta ruta, no faltan los coches de lujo y las mansiones de película.
Naples es un habitual destino playero (280 días de sol al año de media), pero no todos sus encantos están en el agua, el centro de la ciudad también te atrapará con su amplia oferta artística y gastronómica.
Siguiente parada: Fort Myers. De camino pasarás por uno de los outlet más grandes de la costa oeste de Florida. Ya en la ciudad, visita las casas de los dos mayores inventores americanos de todos los tiempos: Thomas Edison y Henry Ford. Te dejan pasar hasta sus laboratorios. Tampoco Fort Myers está escaso de playas paradisíacas, así que, si quieres otro baño antes de partir para Sarasota, aprovecha.

Playa, sol y arte. Eso es lo que te espera en el sexto día de la ruta por Estados Unidos: la Costa de Florida y Orlando. En Sarasota encontrarás cayos y playas que nada tienen que envidiar a las del Caribe, y como muestra está Siesta Beach, una de las 10 mejores playas de Estados Unidos. Disfruta del paraíso tanto cuanto quieras, pero no te hagas el remolón y recorre la hora de camino que te separa de St. Petersburg. Tranquilo, volverás a dormir a Sarasota y quizás te dé tiempo a otro chapuzón.
En St. Petersburg no dejes de ver el Museo de Dalí, que es la mayor colección de Dalí fuera de España. En Beach Drive está el Museo de Bellas Artes, con grandes obras de Cezanne, Monet y Renoir. Visita también la Colección de Chiuly y el Museo del Holocausto de Florida. Recorre el centro de la ciudad, lleno de tiendas, restaurantes y atracciones y, si te apetece, apúntate para realizar algún deporte acuático o recorrido en segway.
De vuelta a Sarasota puedes ir de nuevo a la playa, ya sea para bañarte o para devorar con la mirada otra puesta de sol absolutamente increíble. Por la noche, Sarasota también tiene su atractivo. El Downtown, los alrededores del Golden Gate o Rosemary District son lugares ideales para cenar.

Seguimos hacia el norte por la costa oeste de Florida. Hoy es una jornada corta. Una hora tendrás hasta la primera parada del día: Tampa, la ciudad del descanso. El zoológico, el acuario, el Museo de ciencia o el gigantesco parque de atracciones Busch Gardens son algunas de las principales opciones de visita en esta ciudad. Para los más pequeños también está el Museo para niños Glazer y la arteria principal es Tampa Riverwalk.
Otra hora te separa de Crystal River. Salvo que te hayas entretenido mucho en Tampa, tendrás tiempo de sobra para hacer alguna parada por el camino si te parece interesante, por ejemplo, una buena opción es el Parque Natural de Homosassa Springs, donde te esperan cocodrilos, nutrias, ciervos, zorros y, sobre todo, manatíes. Hay varias actividades con estos animales e, incluso, podrás nadar con ellos. Es una experiencia inolvidable que te recomendamos vivir.
Ya en Cristal River, conocida como la capital mundial de los manatíes y bañada por el Golfo de México, te esperan una plétora de senderos y caminos para realizar a pie o en bici, manantiales de aguas cristalinas, más increíbles atardeceres y una sabrosa gastronomía a base de pescado y marisco.

Dos lugares muy distintos -con atractivos diversos y variados- serán los que conozcas hoy. Primero toca cruzar Florida de oeste a este. Toma la 40 hasta Zuber, después la 301, la 19 y al final la 207. St. Augustine es la primera parada, y no, no estás en España. Aunque la huella de la herencia española es muy perceptible en ésta que es la ciudad más antigua de Estados Unidos. Dicen que fue en 1513 cuando Ponce de León puso, por primera vez, sus pies en estas tierras. Verás calles con nombres como Saragossa o Valencia. No debes perderte el castillo de San Marcos, la catedral o la plaza de la Constitución. Recorre los alrededores del puente de Los Leones y camina por St. George Street. Cuando te canses de St. Augustine (si es que eso puede suceder), coge la 95 hasta Daytona Beach.
Cambio total de tercio. Aquí se viene a descansar, a disfrutar de la playa (de 37 kilómetros de largo) y a relajarse. Bueno, eso algunos, otros vienen a soltar adrenalina porque Daytona es la ciudad de la velocidad. El Daytona International Speedway y el Motorsports Hall of Fame of America dan buena muestra de ello. El Museo del Faro de la Isla Ponce de León y el parque acuático Adventure Landing son dos muy buenas opciones antes de disfrutar de la animada vida nocturna de Daytona Beach.

Noveno día de ruta. No es una etapa cualquiera. Hoy llegas a Orlando, la capital mundial del ocio. Desde Daytona Beach, por la 4, llegarás al destino en aproximadamente una hora. Y en Orlando te espera una ingente cantidad de atractivos. Depende de lo que busques tendrás que optar por unos o por otros. En Rutas de Escape, por supuesto, te haremos unas recomendaciones, pero debes sentarte con una libreta y diseñar un plan. Estarás tres días en esta ciudad y no hay tiempo que perder.
Para empezar, hablemos de que hay 10 parques de atracciones en Orlando. Sí, has leído bien. Y deberás reservar un día para cada parque que queráis ver. Así que, si esto es lo que os motiva, ya sabéis en qué va a consistir vuestra estancia en esta ciudad llena de diversión. Cada parque tiene su idiosincrasia: Hollywood Studios es meterte en Disney, Animal Kingdom suma África, Asia y Pandora (el mundo de Avatar), Universal Studios es pasear por las películas que has visto mil veces, Seaworld es un acuario gigante y un parque de atracciones y Wet’n Wild es el parque acuático más grande de Orlando.
Busca información sobre todos ellos, consulta (si vas con peques) las edades mínimas para subir a las atracciones y, si puedes, hazte con una pulsera de entrada prioritaria o pasarás muchas horas haciendo cola.

Si quieres seguir disfrutando de los parques de atracciones hay uno que no te puedes perder, sobre todo si viajas con niños o niñas: Magic Kingdom. Rodéate de los personajes de Disney, de la Cenicienta, de hadas madrinas, los siete enanitos, la sirenita Ariel. Sube a la Space Mountain y visita a Buzz Ligthyear.
Pero si prefieres pisar otros lugares de Orlando, te proponemos, por ejemplo, ver un partido de la NBA de los Orlando Magic, subir al Orlando Eye (una noria de 122 metros de altura), ir al Museo de Cera Madame Tussauds, pasear por Lake Eola Park o caminar por el centro de la ciudad en Church Street. El Jardín Botánico y el Orlando Science Center son otros dos lugares realmente interesantes para visitar.

Último día en Orlando. ¿Qué hacemos? Si antes no los has visto, nosotros tenemos claro que no hay mejor consejo que ir a Islands of Adventures y a Universal Studios. Además, te proponemos empezar fuerte: en la montaña rusa Hollywood Rip Ride Rockit, 105 kilómetros por hora a 51 metros de altura. También tienes la montaña rusa de La Momia. Allí harás un viaje de tres minutos, ¡pero qué tres minutos!
Todavía tienes tiempo de sobra para visitar a Los Simpson en Springfield y a Harry Potter en Islands of Adventure. Orlando es esto. Diversión máxima, adrenalina a tope. Sueños cumplidos.

Después de tres días de intensas emociones en Orlando, llega el momento de abandonar la ciudad de la diversión para dirigirse a otro lugar que es historia de la humanidad. La parada principal de este día 12 será en Cabo Cañaveral, donde está el Centro Espacial Kennedy, operativo desde 1962. Desde allí se han dirigido y pergeñado todas esas aventuras galácticas, marciana y lunáticas que vemos asombrados a través del televisor.
Verás el Centro de la Estación Espacial Internacional con una maqueta para que sepas un poco más acerca de cómo viven los miembros de la Estación Espacial. También el Rocket Garden, con réplicas del Apolo XIII o del Saturn V, además de visitar la espectacular sala de control del Apolo XII (el de Neil Armstrong y Buzz Aldrin).
El United States Astronaut Hall of Fame es un lugar de homenaje a todos esos valientes que se enfundaron un traje de astronauta y partieron hacia lugares ignotos. El Shuttle Launch Experience es un simulador de lanzamientos espaciales y, para finalizar, puedes ver en 3D las grabaciones de los astronautas en la sala IMAX Space Films.
Cuando bajes de las galaxias vuelve a la realidad de tu vehículo y vete hacia el sur, hasta Cocoa Beach. Allí disfrutarás de sus playas llenas de surfistas y conocerás un pueblo que vive por y para el surf, como se demuestra por el hecho de que sus calles principales están llenas de tiendas dedicadas a esta actividad. Por la noche el ambiente continúa en la arena dorada de Cocoa Beach.

Es el momento de regresar a Miami, pero eso no quiere decir que ya se acabe la ruta por Estados Unidos: la Costa de Florida y Orlando. Este decimotercer día está cargado de sorpresas, paradas y lujo. Muchísimo lujo. Por la 1 tardarás más y tendrás unas maravillosas vistas. Por la 95 irás directamente. Tú eliges el modo de ir hasta Palm Beach. Es un destino familiar y lujoso, como podrás comprobar por las tiendas de Worth Avenue. Pasea y alucina. Después tienes la opción de tumbarte en la playa al sol o seguir por el sur hasta Boca Ratón, donde el sur y el submarinismo son los protagonistas.
Te recomendamos comer en la tercera parada del día: Fort Lauderdale, la que llaman “la Venecia americana”. Son muchos los cruceros que paran allí, así que no postergues demasiado la hora de ir al restaurante o te lo encontrarás lleno. Pasea por el Hollywood Beach Broadwalk (un paseo de 4 kilómetros); no dejes de visitar Sawgrass Mills, el cuarto mayor outlet del mundo, camina por Las Olas Boulevard y acude a Flamingo Gardens.
De camino a Miami, y si aún tienes ganas de ver un poco más de lujo, para en Bal Harbour, la capital del lujo extremo.

Esto ya sí se acaba. Todavía puedes tener un poco de tiempo para ver esos lugares de Miami que no te dio tiempo a visitar en los primeros días. En las ruedas llevas más de 2.000 kilómetros. En la mente un sinfín de imágenes que no se borrarán y en el cuerpo emociones por doquier que, a buen seguro, tampoco olvidarás.

Ya de vuelta llega el momento de repasar todas las fotos. Pero no con tristeza, sino con alegría. Es también la hora de contárselo a amigos, amigas y familiares, aunque sin pasarse, no des demasiada envidia, que luego se vengarán. Y, por qué no, quizás también sea un día idóneo para empezar a preparar la próxima escapada. Si te ha gustado Estados Unidos, nosotros te proponemos la ruta por la Costa de California de Los Ángeles a San Francisco.